1 de noviembre de 2012

DE LA DIVISORIA DE AGUAS

Esta ruta nos sumerge en el recorrido de las aguas que naciendo en Argentina, vierten hacia la cuenca Pacífica, atravesando valles y montañas; dándole de beber a bosques, pastizales, chacras, campos y localidades chubutensen en la Cordillera de los Andes.

Esta ruta invita a conocer una parte de la historia fronteriza y de definición de límites con Chile, de la mano de las aguas.

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El recorrido se inicia en Cholila, atraviesa el Parque Nacional Los Alerces, llega a Trevelin y finaliza en Esquel.

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CHOLILA

Situada en el centro de un basto y hermoso sistema lacustre, es la puerta de entrada al Parque Nacional Los Alerces. Es un apacible pueblo con historias y leyendas de larga data.

Su geografía se compone de cuatro valles: El Blanco, El Cajón, El Rincón y El Rivadavia. Existen en el área numerosos lagos: Cholila, Lezama, Rivadavia, Pellegrini, El Cisne y El Cóndor, bordeados de imponentes cerros nevados donde se destaca el Tres Picos, el monte más alto de la región con 2.500 mts. de altura.

Los primeros pobladores de la Colonia se radicaron antes de 1900 y fue el primero Don Ventura Solís, que lo hizo en el año 1897. Estando radicado ya en Cholila Don Ventura Solís sirve de guía en las expediciones de límites que realizara el Perito Moreno.

VILLA LAGO RIVADAVIA

Es la puerta de acceso al fascinante Parque Nacional Los Alerces que protege 263.000 hectáreas en la región cordillerana de Chubut sobre el límite internacional con la República de Chile. El objetivo fundamental de su origen fue cuidar los bosques de alerce o lahuán, uno de los árboles más longevos del planeta que caracteriza la flora andino-patagónica, además de resguardar varias especies amenazadas como el huemul.

Pero esta área protegida, creada en 1937, fue fuertemente modificada por la construcción de la represa Futaleufú entre los años 1971 y 1976. Ubicada dentro del Parque Nacional, esta obra de ingeniería hidroeléctrica que provee de energía a la empresa de aluminio ALUAR, terminó con 8.200 hectáreas de ambientes naturales. También provocó el total anegamiento de los lagos Situación, Uno, Dos y Tres, convirtiéndolos en un gigante espejo de agua, tristemente bautizado con el nombre araucano de Amutui Quimei, que significa "belleza perdida". Junto con los lagos, desaparecieron los rápidos que los conectaban, los bosques costeros y las playas naturales.

Hoy los numerosos ríos, arroyos y lagunas conforman un complejo sistema lacustre entre los que se distinguen los lagos Menéndez, Rivadavia, Futalaufquen y Krüger, además del río Frey, que desagua en la represa.

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En la unión del lago Futalaufquen con el pequeño espejo del lago Verde, se encuentra el río Arrayanes, con transparentes aguas verde azuladas que corren en un curso de 3 kilómetros de largo y 50 metros de ancho. En las orillas crecen árboles y arbustos frondosos, entre los que se distingue el arrayán, con delicadas flores blancas y retorcidos troncos color canela.
El lago Verde posee simetría en su forma, es tan largo como ancho y tiene 2 kilómetros cuadrados de superficie. Un profuso bosque de coihues se levanta en la ladera norte, a 500 metros de altura. En cambio, el sector occidental, menos elevado, permite el acceso al lago Menéndez. Este rincón del Parque Nacional ofrece vistas del cerro Torresillas y la cascada El Cisne, regalando uno de los mejores paisajes de este entorno.

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TREVELIN

Como no podía ser de otra forma, su nombre es de origen galés. “Tre” significa “casa” o “pueblo” y “velin”, molino. En la serenidad de sus calles, innumerables casas de té ofrecen la clásica merienda galesa con sus tortas, panes caseros y fiambres de la región para adentrarse en esa gastronomía que no ha claudicado con el paso del tiempo. Se aconseja probar su torta negra.

Trevelin es además el inicio de varios circuitos turísticos que recorren bosques de cipreses y lengas, cascadas y senderos especialmente propicios para los adeptos al trekking. Un variado colorido se presenta ante la vista: los verdes de los bosques de pinos, cipreses, ñires y araucarias; los naranjas de las mutisias, el amarillo del amancay; los azules de lagos, ríos y arroyos.

Sobre el camino que se dirige a la frontera con Chile se visita la localidad de Los Cipreses y las Nant&Fall, tres cascadas sobre el arroyo del mismo nombre. Para llegar a ellas se debe andar por senderos peatonales con vegetación autóctona. En el mismo camino se encuentra el museo en el que fue reconstruido un antiguo molino de agua de la época de la llegada de los galeses a la zona.

Y la Escuela 18, un museo que reúne elementos de incalculable valor sobre la historia de los galeses en este valle y su protagonismo en las determinaciones tomadas en los conflictos de límites con Chile a principios del siglo pasado.

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A 9 km. de Trevelin se accede a la Histórica Escuela Nº 18, donde el 30 de abril de 1902 unos trescientos pobladores, en su mayoría galeses y mapuches optaron por poner definitivamente bajo soberanía argentina los territorios colonizados a partir de 1885.

6 km más adelante se halla la "Piedra Holdich", singular homenaje a la visita del árbitro británico que laudo en este conflicto. En la localidad de Tecka es posible visitar el Mausoleo del Cacique Inacayal, construido hace pocos años para brindar eterno reposo a los restos de este indómito Mapuche, que luchó con hidalguía por la libertad de su pueblo. Para el regreso al Pueblo del Molino puede optarse por la Ruta 40 hasta Esquel y la 259 hasta Trevelin (totalmente asfaltado).

ESQUEL

"Esquel" proviene de la palabra tehuelche ESGEL KAIK que de acuerdo a las traducciones puede significar "ABROJAL" o "TEMBLADERAL". Cualquiera de las dos acepciones puede ser cierta ya que en algunas épocas hay abrojos y el lugar donde se encuentra la ciudad era antiguamente una zona de mallín, que se caracteriza por ser un suelo inundado, pantanoso y cubierto por hierbas que al decir de los antiguos pobladores era el aspecto que presentaba el lugar.


Esquel se desarrolló de forma sostenida y con la llegada del Viejo Expreso Patagónico en 1945, comenzó a desarrollarse su atractivo turístico que se consolidó con la inauguración del Centro de Deportes Invernales La Hoya en 1974.

Esquel es el punto de partida ideal para desarrollar múltiples actividades en el área del valle 16 de octubre, por donde discurren las aguas que se vuelcan al Pacífico.

En 2003, otro plebiscito tuvo lugar en la región; Esquel le dio un "no" rotundo a la instalación de una mina de oro en la región, donde se utilizaría cianuro para obtener el metal. La empresa minera informó que detuvo el emprendimiento, comprometiéndose a revisará los cuestionamientos de la gente y readaptar lo que fuera necesario.

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Ruta de Mrianina y Sergio

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